Con el firme objetivo de hacer de la electricidad la única fuente de energía para el futuro, nos podemos olvidarnos de la mayor reserva de combustible no contaminante del mundo: el hidrógeno.

Este gas se puede generar a partir de fuentes renovables, almacenarse y ser utilizado, a través de pilas de combustible, para generar electricidad sin contaminar. Es por ello que la Junta de Extremadura ha establecido la denominada Mesa del Hidrógeno Verde en Extremadura. Se trata de un nuevo tipo de unidad multidisciplinar, cuya presencia en diversas entidades públicas y privadas y personalidades del ámbito de la investigación, pretenden situar y captar una cadena de valor en la región.

Se trata de un medio que busca potenciar el desarrollo del hidrógeno verde en Extremadura, estimular el desarrollo de tecnológico y la unión entre generación y uso de dicho elemento. Para ponernos en situación es imprescindible saber su importancia. El hidrógeno es el elemento químico más abundante, capaz de contener tres veces más energía que la gasolina. Y que, a diferencia de esta, es una fuente de energía limpia, ya que solo libera agua (H2O), en forma de vapor, y no produce dióxido de carbono (CO2).

España cuenta con las condiciones, los recursos y el capital humano idóneos para producir esta energía, y ya trabaja para situarse a la vanguardia en hidrógeno verde. Su aprobación de la Hoja de Ruta del Hidrógeno en octubre, la propuesta del Ministerio de Transición Ecológica y Desafío Demográfico (MITECO) y junto con la Estrategia de Investigación e Innovación para la Especialización Inteligente de Extremadura (RIS3 Extremadura) son pasos en la planificación del despliegue de este vector energético sostenible.

A todo ello se une la próxima puesta en marcha del Centro Nacional de Investigación en Almacenamiento Energético (CNIAE) en Cáceres, que contribuirá de una manera decisiva a la gestionabilidad de la producción de energía verde desde una perspectiva amplia, incluyendo la producción y usos de la energía, objetivos que en Grupo Laura Otero compartimos para hacer del futuro sostenible un fin alcanzable.

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Con el objetivo de contribuir a la sostenibilidad del sector, la industria responsable de los servicios en la nube y de los centros de procesamiento de datos en la región europea han fijado como objetivo que sus centros de datos sean neutros en emisiones de CO2 en 2030 como plazo máximo.

Se trata de un acuerdo denominado Pacto de Centros de Datos Climáticamente Neutros, en el cual recoge las firmas de diversas asociaciones y empresas europeas. Este conforma un convenio que sigue los pasos del pacto verde europeo para emprender una transición en pos de una economía climáticamente neutra.

Con ello se establece una iniciativa de autorregulación que se ha desarrollado en cooperación con la Comisión Europea. Apoya tanto el Pacto Verde Europeo, por el que Europa se ha comprometido a ser climáticamente neutra en 2050, como la Estrategia Europea de Datos, al hacer que los centros de datos de la UE sean climáticamente neutros para 2030.

Si bien este Pacto es muy beneficioso para la industria en su conjunto, otra de las incógnitas es si España está preparada para alcanzar la neutralidad climática para esa fecha límite. Los participantes se comprometen con una autorregulación que fija objetivos para facilitar la transición de Europa, así como a garantizar que sus centros de datos sean climáticamente neutrales mediante el establecimiento de ambiciosos objetivos medibles para 2025 y 2030. En concreto, han acordado probar la eficiencia energética con objetivos cuantificables; comprar energía cien por cien libre de carbono; priorizar la conservación del agua; reutilizar y reparar servidores y buscar formas de reciclar el calor.

Para garantizar su cumplimiento se someterán a la supervisión de la Comisión Europea que dos veces al año analizará el progreso de estas medidas hacia el objetivo de lograr centros de datos climáticamente neutros. Se trata de una acción con la que se pretende no solo ser más sostenibles, sino también convertir a la Unión Europea en un referente para que todas aquellas industrias que quieran sumarse a la lucha contra el cambio climático y reducir sus emisiones tengan un espejo en el que mirarse, actitudes que en Grupo Laura Otero apoyamos en cada uno de nuestros proyectos.

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Se han realizado dos anuncios importantes en relación a la apuesta por la movilidad conectada y sostenible: en primer lugar, la creación de un consorcio público-privado para desarrollar y poner en marcha una importante fábrica de baterías, que será una de las pioneras en Europa; y, en segundo lugar, la elaboración de un plan integral de desarrollo y liderazgo de fabricación de vehículos eléctricos, parte del proyecto estratégico del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

En términos absolutos todavía hay mucho margen de mejora tanto en el número de vehículos eléctricos como en los puntos de recarga, según el último informe de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (AEDIVE), España ocupa la novena posición en Europa en el ranking de flota de coches cero emisiones (con más de 88.500 vehículos puramente eléctricos) y la décima posición en el ranking de infraestructuras de recarga de acceso público (con unos 8.165 puntos de recarga), lo que equivale a un punto de recarga por cada 11 vehículos ecológicos. Esta cifra es bastante buena, si se tiene en cuenta que la media europea actual es de un punto de recarga por cada 12 vehículos, e incluso más baja en países como Suecia (1 de cada 18), Alemania y Bélgica (1 de cada 13) e Islandia (1 de cada 18). 39), aunque esta media se debe a que el número de coches eléctricos es mayor que en España por el momento.

Para facilitar el despliegue de la movilidad eléctrica, uno de los objetivos de España es contar con 50.000 puntos de recarga eléctrica de primer nivel para 2023. Este objetivo se está alcanzando a un ritmo constante, aunque lento si se tiene en cuenta el informe presentado por la Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles (ACEA). La conclusión resumida del informe es que en Europa no hay suficientes estaciones de recarga en carretera para los vehículos eléctricos que se tienen vender en los próximos años.

Sin embargo, la transición a una movilidad más limpia y eficiente está cada vez más cerca, gracias a los avances e investigación en baterías con mayor autonomía y recargas que requieren menos tiempo. En Grupo Laura Otero trabajamos y apoyamos todo proceso de investigación y desarrollo que permitan alcanzar una sociedad con mayor sostenibilidad.

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En los últimos años se está desarrollando una gran capacidad energética productiva en el campo de las renovables eólica y solar, con la ambición de ir reduciendo la dependencia de otras fuentes de energía más contaminantes. Así lo demuestran datos como que Alemania, en 2018, pudo abastecerse durante unas horas sólo con renovables, Dinamarca, en 2015, hizo lo mismo durante un día. En esta línea Extremadura, en 2020, se sitúa como la primera comunidad española en duplicar el excedente eléctrico en gran medida gracias a las renovables.

Los datos suministrados por REE (Red Eléctrica de España) indican que el balance de 2020 de nuestra comunidad autónoma el ratio entre generación y demanda energética es superior al 400%, muy por encima al resto de comunidades españolas. Una buena parte de esa energía procede de plantas fotovoltaicas, en concreto el parque fotovoltaico extremeño registró una potencia total de 3.336 megavatios (MW) en 2020, de tal manera que cerca del 40 % de la generación de energía eléctrica renovable en Extremadura fue obtenida a partir de instalaciones solares fotovoltaicas. Además, de estar tramitándose otros 144 proyectos fotovoltaicos que aumentarían la potencia suministrada a 5.100 MW. Información como esta demuestra que la energía fotovoltaica es una gran oportunidad para abaratar la factura de la luz, ya que España, y concretamente en Extremadura, se tiene una ventaja competitiva frente al resto de países del entorno, que debemos aprovechar para conseguir precios de electricidad competitivos para la industria y ciudadanos.

Desde Grupo Laura Otero creemos que esta transición en la forma de obtener energía transformará también toda nuestra sociedad, los sectores industriales, las empresas y, en definitiva, nuestra forma de vivir.

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Con la llegada del mes de septiembre, el ministerio de Transición Ecológica y el reto Demográfico impulsa las nuevas etiquetas energéticas de lámparas y bombillas. Se trata de un cambio cuyo fin es simplificar las categorías y pretende ayudar a los consumidores a la hora de elegir productos más eficientes.

Las antiguas etiquetas A+, A++ y A+++ motivan mucho menos la compra de aparatos eficientes que aquellas que muestran la escala A (clase más eficiente) a G (clase menos eficiente). Este sistema más sencillo es el empleado en el nuevo etiquetado. Para incentivar dicha mejora continua en la eficiencia de los nuevos productos, se ha optado por un reescalado, donde destaca la clase A al quedar vacía, reservándose así esta categoría para futuras mejoras tecnológicas. De esta manera, los consumidores van a encontrar etiquetas cuya mejor puntuación sea una clase B. Además, y como novedad, la etiqueta incorpora un código QR mediante el cual el consumidor tiene acceso a mayor información del producto.

Si se tiene en cuenta que cerca del 12 % del consumo eléctrico de una casa se destina a la iluminación, el ahorro tras la sustitución de bombillas es significativo. Aunque las bombillas LED más eficientes son más caras, compensan por su menor consumo a largo plazo. Además, el hecho de que estas bombillas duren aproximadamente 20 años también tiene repercusiones de ahorro en el bolsillo. Las LED pueden reemplazar cualquier tipo de bombilla antigua gracias a la variedad de modelos, formas y gama de temperaturas de color, desde iluminación cálida hasta muy fría.

La mejora de la eficiencia energética es uno de los pilares de la transición hacia una economía baja en emisiones, objetivo que apoyamos y compartimos en Grupo Laura Otero.

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El Consejo de Ministros ha aprobado en este mes un real decreto que regula el programa de ayudas para actuaciones de rehabilitación energética en edificios existentes en municipios y núcleos de menos de 5.000 habitantes, incluido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).

Este programa se mantendrá vigente hasta el 31 de diciembre de 2023 y cuenta con una dotación presupuestaria de 50 millones de euros, ampliables si hay disponibilidad para esta misma finalidad y siempre que no hubiera expirado el plazo de vigencia. Las actuaciones subvencionables abarcan desde la sustitución de instalaciones de generación térmica con combustibles de origen fósil por generación térmica basada en fuentes renovables como la biomasa, la geotermia, la energía solar o la bomba de calor, cambios en la envolvente térmica y la incorporación de tecnologías de regulación y control, así como la mejora en la eficiencia energética en la iluminación.

Para acceder a dicha ayuda, los edificios deben haber sido construidos antes de 2007 y deberán ahorrar un 30% de energía primaria no renovable con la rehabilitación, además de mejorar su calificación energética total en, al menos, una letra con respecto a la calificación inicial.

En Grupo Laura Otero apoyamos este tipo de medidas que mejoran sin duda la calidad de vida de los municipios y sus habitantes. Además de servir de ejemplo como promoción de las actuaciones realizadas por comunidades de energías renovables o comunidades ciudadanas de energía, tal como recogen las últimas directivas de energías renovables y de mercado interior de la energía.

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El proceso hacia el futuro de las energías renovables suma este mes la decisión de Endesa de reducir al máximo la producción de electricidad que tiene como origen los combustibles fósiles, en este caso el carbón que alimenta la única planta de estas características que tiene en territorio español.

Tras la desmantelación ya iniciada de sus centrales en la península se incorpora la planta de Baleares con un proceso de producción limitado que encamina la transición energética de la térmica para cumplir con la legislación ambiental europea. Así, sigue los pasos de Iberdrola quien ya dejará de producir electricidad a partir de sus centrales térmicas de carbón. Este proceso irreversible de descarbonización augura el crecimiento de las renovables para suplir la energía que se generaba en estas plantas.

La desmantelación que se está llevando a cabo tiene también como objetivo seguir manteniendo el empleo de las personas que de alguna manera estaban relacionadas con estas instalaciones. Este principio de economía circular busca así plantear un futuro viable y sostenible en las zonas de acción.

Desde Grupo Laura Otero mostramos nuestro apoyo hacia esta decisión firme y decidida para acabar con la producción energética desde activos fósiles y en pro de la defensa de los intereses de los trabajadores y del entorno en el que se instalaron estas industrias. Esta reconversión energética debe ser sostenible a todos los niveles y entender la importancia de las economías locales es fundamental en este sentido.

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El mercado de domótica superó los 26.000 millones de euros en 2018 y se espera que alcance los 75.000 millones para 2025, con una tasa de crecimiento anual (CAGR) del 18%.

Estos son los datos que arroja el último informe sobre la «Investigación temática: hogares y compañías eléctricas automatizadas», realizado por GlobalData, y que corrobora que el crecimiento será impulsado principalmente por termostatos inteligentes, que son cada vez más comunes a medida que los consumidores y los gobiernos buscan controlar el consumo de energía. De hecho, más de 7.000 millones corresponden a termostatos en los datos obtenidos desde 2018, y se estima que tanto el mercado de domótica como la proporción de estos mismos vinculados a las compañías eléctricas aumentarán conforme pasen los años.

Los dispositivos inteligentes de automatización del hogar conectan electrodomésticos, interruptores o alarmas a un dispositivo central, lo que le permite controlarlos de manera segura, remota y conveniente. Permiten desde controlar el encendido o apagado de luces cuando se abre la puerta principal, recibir alertas cuando surja una fuga o programar su termostato para que funcione con los ventiladores y aire acondicionado cuando la habitación se calienta. Los dispositivos inteligentes de automatización hacen del hogar un lugar más cómodo, conveniente y seguro que nunca. A esto, hay que unirle el interés del gobierno en participar en la revolución energética, ofreciendo ayudas para la rehabilitación de casas, edificios y empresas para alcanzar modelos más eficientes y que reduzcan el gasto y pérdida de energía, contribuyendo al continuo proceso de expansión, investigación e implementación de la domótica, en hogares y negocios.

En Grupo Laura Otero hemos pasado del simple suministro de electricidad a los consumidores a nuevas e innovadoras vías comerciales, donde presentamos una amplia gama de energía, productos y servicios a nuestros clientes, tales como los que ofrecemos en Xortrónica, colaborando con los agricultores en presentar soluciones modernas para su labor diaria.

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La evolución del consumo de electricidad ha cambiado y refleja una transición en el uso de la electricidad y el aumento de la eficiencia eléctrica.

La economía de los últimos diez años ha variado la forma de consumir electricidad de las empresas, las industrias y los hogares. Siendo esta un gasto significativo, la tendencia lógica es a reducir el consumo y optimizarlo de manera que el precio por kWh consumido sea más bajo. Según muestran los diversos estudios llevados a cabo, la reducción de la intensidad energética es un claro indicador del aumento de la eficiencia energética después de la crisis.

Además del aumento de la eficiencia eléctrica, también hay una notable optimización del consumo para reducir el coste. Esto demuestra que se ha producido un cambio de hábitos para reducir el precio de la electricidad adquirida. Dicho de otro modo, el volumen de demanda se empieza a recuperar, pero el rango diario continúa descendiendo, indicando que la curva horaria de demanda se aplana reduciéndose la distancia entre el máximo y el mínimo. Un comportamiento que es muy parecido al observado en el precio del mercado mayorista de electricidad. Estos datos reflejan que el allanamiento de la curva de demanda ha sido un factor clave en su influencia para reducir la curva de precios.

Con vistas al futuro, la tendencia es aumentar la eficiencia energética, lo que supondrá una rebaja de la intensidad energética, aunque el volumen de demanda continúe creciendo. Por ello y teniendo en cuenta que parece que la demanda de electricidad se enfrenta a retos muy importantes en los próximos años, en Grupo Laura Otero tenemos la tecnología y la motivación para lograr esta transición de manera rápida y eficiente, elevando nuestros estándares para cumplir con las altas expectativas de quienes confían en nosotros para llevar luz, comunicación y facilidades en su día a día, a sus hogares y negocios.

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El calentamiento global que sufre el planeta conlleva un aumento de la temperatura que marcan nuestros termómetros en las diferentes estaciones del año. Los datos obtenidos desde que se realizan estas mediciones arrojan registros inequívocos en los que se muestra el incremento anual del calor, siendo cada año vez más cálido que el anterior, con lo que esto supone.

Ahora en verano, este hecho es, si cabe, más sensible llegando a altas temperaturas que ocasionan una gran demanda de recursos energéticos que se destinan tanto a climatizar viviendas o instalaciones industriales como al abastecimiento de agua para cultivos, entre otros.

Como ejemplo, el campo extremeño no es ajeno a estas nuevas condiciones climáticas y ello provoca un aumento considerable de los recursos hídricos que nuestros agricultores deben suministrar a sus plantaciones para mantener un nivel óptimo en el crecimiento de estas.

La implantación de sistemas de control de riego remoto puede reducir sensiblemente la cantidad de agua destinada a abastecer los cultivos. Los sistemas domóticos, como el módulo TG Plus 2.0 y el software de control RIEGA-t, que desarrollamos en nuestra división tecnológica bajo la marca Xortrónica, ofrecen datos concretos sobre el suministro de agua, fertilizantes y abonos que deben llegar al suelo; entre otras utilidades. Este dispositivo a distancia permite abaratar los costes generados sobre todo en época estival en el que el control debe ser más exhaustivo. Facilita además dirigir desde la distancia ciertos suministros y procesos tanto en explotaciones agrarias y agropecuarias.

Por otro lado, el desarrollo de nuestro software ELBRUS permite la gestión de las instalaciones industriales altamente electrificadas en las que a través de controles intuitivos podemos acceder a los parámetros de climatización, iluminación, etc. De esta manera optimizamos los recursos energéticos destinados a cada uno, con el consiguiente ahorro de costes y la mejora encaminada a la lucha contra el cambio climático.

El equipo de ingenieros y técnicos de Miajadas Telecom, filial de Grupo Laura Otero, trabaja en el desarrollo continuo de estas tecnologías para facilitar las labores en las tareas diarias consiguiendo optimizar la calidad del trabajo, tener un mayor control y un notable ahorro de los recursos que se destinan en diferentes ámbitos.

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