Hace unos 200 años comenzó la extracción masiva de hidrocarburos, que son el resultado de millones de años de fosilización. Esto ha sucedido a un ritmo insoportable para los combustibles fósiles, los cuales están más cerca de agotarse que de renovarse. Destacando el aumento del consumo de petróleo desde los años ’50 y del gas natural en los ’70 estas nuevas opciones no hicieron que se redujera el uso del carbón, el principal combustible hasta esas fechas. Al contrario, se creó un mix energético que ha prevalecido muchos años, complementándose unos a otros.
A día de hoy, y con los ambiciosos objetivos fijados contra el cambio climático, parece que por fin algo está ocurriendo en el mundo a nivel internacional. La transición energética está abriendo paso a energías renovables y reemplazando poco a poco a estas fuentes de energía que nos han acompañado por dos siglos, causando verdaderos estragos al medio ambiente y favoreciendo el cambio climático.
Las alternativas energéticas renovables representan en torno al 20% del total de energía producida estos días, siendo las más relevantes la hidroeléctrica y la biomasa, mientras poco a poco la energía solar y la eólica, entre otras, van adquiriendo protagonismo debido a los avances tecnológicos y su abaratamiento.
Desde el Grupo Laura Otero abogamos por este tipo de energía y por eso distribuimos la energía obtenida de fuentes renovables en la planta de biomasa de Acciona en Miajadas.