El comienzo del nuevo año trae para el Internet de las cosas (IoT) un incremento de los proyectos y dispositivos vinculados. Tanto es así que se estima que haya 50 mil millones de dispositivos en uso en menos de 30 años. Es por ello que la domótica supone un elemento clave de impulso y popularidad.
Entre las principales tendencias dentro de la automatización de los hogares y las empresas existen 3 ramas destacadas y diferenciadas entre sí: la energía solar, la seguridad y la integración. Para cada una de ellas supone un progreso y evolución continua. En Grupo Laura Otero, concretamente desde Miajadas Telecom, llevamos a cabo sistemas domóticos de ahorro, bajo la marca XORTRÓNICA, que tienen en cuenta todos estos aspectos a la hora de realizar proyectos de automatización, implementando soluciones de una forma rápida y rentable.
Al hilo de las tendencias en la automatización tenemos como primera la que busca el desarrollo de sistemas basados en el monitoreo ambiental y las fuentes de alimentación basadas en la energía solar, de fácil acceso y cada vez más aprovechable para particulares y empresas. El uso de paneles solares supone una utilización cada vez mayor de energía verde, es decir, reducir la huella de carbono que se produce. Otros beneficios asociados al aprovechamiento de este recurso son el ahorro económico y la facilidad de acceso de la misma en zonas ruralmente remotas, lo que permite una instalación y operatividad mayor.
La seguridad es otro de los factores claves en el proceso evolutivo de última generación. Muchos son los usuarios de este tipo de sistemas centrados en el aspecto que garantizan la protección de sus viviendas o lugares de trabajo. El progreso es constante en métodos de codificación, identificación y transmisión de información relacionada con la seguridad, desde el acceso a datos pasando por el sistema de control de entrada y salidas de un recinto.
La última rama, centrada en la integración es sin duda la que a mayor velocidad avanza. Pues debe estar basada principalmente en la posibilidad de personalizar el entorno para que se adapte perfectamente a las necesidades individuales. Una casa inteligente debería funcionar mejor que antes, siendo personalizable según el entorno en el que se aplique y teniendo en cuenta aspectos como la portabilidad y movilidad, para adaptarse.
La implementación, evolución y automatismo integrados al entorno social o laboral suponen una ayuda para conseguir un mejor rendimiento energético a la par que se consigue una mejor calidad de vida.