Parecía que las bombillas incandescentes de toda la vida estaban destinadas a desaparecer, pero es posible que su recorrido vital pueda aún perdurar.
El problema de estas tradicionales luces es que, debido a su mecanismo de funcionamiento, la mayoría de la energía que penetra en ellas se pierde. Esto ha hecho que cada vez más personas opten por los eficientes LED.
Pues bien, para solucionar esta cuestión, un grupo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de la Universidad de Purdue ha desarrollado una idea que hace que la pérdida energética se reduzca de una manera considerable, convirtiéndolas en elementos muchos más eficaces.
Este método consta de dos fases: La primera consiste en un filamento que se calienta convencionalmente, con la pérdida de energía incluida. La idea innovadora se produce en el siguiente paso, ya que en vez de permitir que se disipe el calor residual, unas estructuras que rodean al filamento reflejan la radiación de nuevo hacia él, emitiendo un nuevo espectro de luz.
Las pruebas preliminares han determinado que estas nuevas bombillas alcanzan, en algunos casos, un nivel de eficiencia similar al de algunos LEDs y lámparas fluorescentes. Pero los expertos van aún más allá y señalan que podrían llegar a ser el triple de eficaces.
Fuente de la imagen: MIT