Hoy hablamos del nuevo sistema de tarifas eléctricas que discrimina por horas. Como si de la Bolsa se tratase, el precio del kilovatio cambia, en este caso en tramos que van de hora a hora. Eso sí, para beneficiarse de este sistema hay que tener instalado un contador inteligente conectado a la red eléctrica y cumplir unos requisitos, como estar dados de alta en la tarifa regulada, que lleva por nombre Precio Voluntario del Pequeño Consumidor.
Los precios cambian cada día y se deciden el día anterior, por lo que los consumidores pueden conocer con antelación lo que pagarán por la energía.
Así, con este nuevo escenario, reducir el precio en la factura eléctrica no será difícil, aunque sí obligará a las familias a cambiar los hábitos de consumo. Hemos de tener en cuenta que la oscilación del precio del kilovatio-hora en función del mercado eléctrico afecta solo a cerca del 37% del recibo. El otro 25% corresponde a impuestos, entre ellos el IVA, mientras que el 38% restante sirve para sufragar los costes regulados del sistema y se paga a través del término de potencia contratada.
Así, el control del precio puede suponer un pequeño desahogo para las familias, pero en ningún caso supondrá una rebaja significativa, por lo que tampoco es bueno obsesionarse con cada tarifa horaria.
Existen aplicaciones a través de las cuales se puede comprobar en tiempo real el tarifario de cada franja horaria. Es el caso de ‘Precio de la luz’, ‘Boltio’ o ‘Luz+precio’, que pueden descargarse desde los diferentes gestores de descarga de aplicaciones.