La Junta de Extremadura se ha propuesto reducir un 32 por ciento el consumo de energía y un 57 por ciento las emisiones de dióxido de carbono entre los edificios públicos para el año 2030. Así lo ha anunciado recientemente la Administración regional. Una política que permitirá un ahorro anual de 15,5 millones de euros.
Según informa la Junta de Extremadura, el ahorro energético se conseguirá con la mejora de las envolventes, la climatización y la implementación de sistemas de iluminación LED. Del mismo modo, la monitorización y gestión del consumo con sistemas digitalizados serán otras de las apuestas para satisfacer el reto planteado.
Desde el Grupo Laura Otero mostramos nuestra satisfacción por ver cómo las políticas públicas comienzan a ir encaminadas a soluciones energéticas adecuadas a los tiempos y en pro del desarrollo sostenible, como siempre hemos defendido.