¿Y si cuando nos desplazamos de un lugar a otro resulta que no vamos por donde queremos, sino por donde nos llevan los polos de atracción de la tierra? Con esta premisa por base empieza el estudio de movilidad urbana que ha presentado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. En dicho estudio la movilidad en las ciudades se analiza como si fuese un campo gravitatorio.
Hasta ahora, para realizar estos análisis se empleaban encuestas, pero este nuevo modelo teórico emplea las tecnologías de comunicación móviles, las cuales proporcionan una gran riqueza de datos en tiempo real. De esta forma, aseguran, se mejora el conocimiento de la movilidad urbana, que es clave para la planificación de las infraestructuras de transporte, el ahorro energético y el análisis de la contaminación y de las condiciones económicas del territorio, entre otras cuestiones.
La investigación plantea que el modelo gravitatorio se inspira en las clásicas leyes de Newton, puesto que la población trabajadora actúa como masa, de forma que la movilidad se ve atraída hacia núcleos urbanos. Su observación y el estudio del desplazamiento diario casa-trabajo se realiza con un campo vectorial. La existencia del campo y sus características se corroboran en grandes ciudades de todo el mundo con datos tanto del censo como de actividades en redes sociales. Está demostrado la existencia de un patrón muy definido orientado hacia el núcleo central de las ciudades.
Gracias a ello se obtienen datos para mejorar la planificación de ciudades, la comunicación, el transporte y los centros de mayor actividad de la población. Todo ello siempre con miras al ahorro energético.