Después de un arduo y medido trabajo, investigadores del Laboratorio de Electrónica de la Universidad de Linköping, en Suecia, se han afanado en desarrollar un prototipo de papel capaz de almacenar energía eléctrica.
En este caso nos referimos a un material que mejora la conductividad entre iones y electrones y ya se estudian sus posibilidades como nuevo medio de almacenamiento de energía.
Se trata de una lámina en tres dimensiones, confeccionada en fibra de celulosa como base estructural. Las fibras aparecen entrelazadas y entre los espacios existentes el líquido funciona como electrolito.
Una vez más, desde Grupo Laura Otero nos hacemos eco de los diferentes estudios en pro de una mayor eficiencia productiva, por lo que estaremos pendientes del recorrido que pueda tener este hallazgo.