El aire acondicionado se convierte en un aliado imprescindible durante los meses de calor, ya sea en la vivienda o en el lugar de trabajo. Es cierto que su uso conlleva un gasto mayor al de los métodos tradicionales de climatización, pero llevando a cabo ciertas pautas de eficiencia se pueden ahorrar unos euros.
– A la hora de instalar un aparato de aire acondicionado, es importante tener en cuenta las dimensiones de la estancia en la que se encontrará. Esto ayudará a conocer la capacidad frigorífica que más se adecúa a las exigencias, favoreciendo así el ahorro.
– Es importante elegir la temperatura óptima. Según numerosos especialistas, la ideal debe oscilar entre los 24 y los 26 grados.
– Dirigir el flujo de aire hacia arriba permitirá una mejor distribución de la misma. La sensación térmica será más agradable.
– El estado del aparato de aire acondicionado también influye en el gasto, por lo que es adecuado atender a su mantenimiento. Se recomienda mantener los filtros limpios. Esta acción debe realizarse cada 6 meses, entre los cambios de estación.
– Prestar atención al etiquetado energético. Esto puede evitar adquirir dispositivos más baratos que, a largo plazo, supondrán un derroche energético mayor.