Según informaba recientemente la consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, la Junta de Extremadura aprobará en breve el texto definitivo del Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima. Este documento recoge la intención de nuestras instituciones en impulsar un modelo de generación de energía diferente al que estábamos acostumbrados y que va a suponer una transformación integral a diez años vista.
Los objetivos de este plan son claros en materia energética e invitan a las empresas promotoras de instalaciones renovables a implantarse en Extremadura tratando de que estrechen lazos con el territorio e impliquen a los agentes sociales y económicos de la comunidad en sus proyectos.
Tras esta intención, están las inversiones previstas en nuestra región en esta materia y que ascenderán en los próximos años a los 16.000 millones de euros. De ellos, 10.000 millones procederán de las arcas públicas y el resto de capital privado, que contribuirán, según las expectativas, a la creación de 20.000 nuevos empleos.
Nuestra región dispone de tierra, sol y agua, los recursos naturales del siglo XXI. Si a esto sumamos la disponibilidad de suelo industrial, las condiciones de estabilidad y seguridad que tiene nuestro territorio y los nuevos fondos europeos que están por llegar (Programa Operativo 2021-2027, fondos REACT-EU, nueva PAC y fondos Next Generation -destinados a gastos relacionados con la crisis económica y social provocada por la pandemia-); tenemos la combinación perfecta para ser la oportunidad que muchas renovables necesitan para instalarse en Extremadura.
A la espera de que todas estas expectativas se vayan plasmando en realidades, desde Laura Otero, abogamos por la optimización de esos recursos que generen modelos productivos estables y con recorrido para dinamizar la sociedad y la economía de la región.