La seguridad energética es uno de los temas candentes a nivel internacional, pues se espera que en el año 2030 el consumo de energía sea un 30 por ciento superior al registrado a nivel global entre los años 2000 y 2009. Es por ello por lo que se hace necesario que los ciudadanos pongan de su parte para contribuir a un equilibrio que fortalezca el desarrollo sostenible.
Para ello existen algunas claves que, convertidas en una especie de decálogo, son consejos de utilidad para preservar unas óptimas condiciones de vida sin renunciar al progreso.
La utilización de electrodomésticos eficientes, el uso del transporte público y de vehículos poco contaminantes, la sustitución de luminarias tradicionales por otras de tecnología LED, lavar en frío, la instalación de sensores, el empleo de controladores en sistemas de calefacción y aire acondicionado, la economía circular basada en la reutilización y el reciclaje, así como la adecuación de las viviendas para adaptarlas a los preceptos de la eficiencia energética y la implementación de paneles solares. Estas son algunas de las medidas que un ciudadano de a pie puede tomar para contribuir a fortalecer la seguridad energética a lo largo de los próximos años.