El 9 de julio, como parte del Paquete de Energía Limpia para todos los europeos, entrarán en vigor nuevas normas para el rendimiento energético en los edificios (Directiva (2018/844/UE). Con estas nuevas disposiciones se pretende hacer que los edificios del futuro sean más ecológicos y cómodos, además de consumir menos.
Teniendo en cuenta que los edificios son responsables de aproximadamente el 40% del consumo de energía y el 36% de las emisiones de CO2 en la UE. Y que, en la actualidad, alrededor del 35% de los edificios europeos tienen más de 50 años de antigüedad y casi el 75% del stock de construcción es ineficiente. Es por ello necesaria una mayor renovación de los edificios existentes, que tienen el potencial de generar un importante ahorro energético y que podría reducir el consumo total de la unión en un 6% y reducir las emisiones de CO2 en un 5%.
Por otra parte, los edificios de mejor rendimiento proporcionan mayores niveles de confort y bienestar para sus ocupantes, y mejoran la salud mediante la reducción de las enfermedades causadas por el microclima interior de los hogares. Esto tiene un gran impacto en la asequibilidad de la vivienda y ayudará a reducir la pobreza energética en toda la UE.