Rodrigo Sánchez Haro, consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, ha destacado el potencial económico y ambiental que genera el olivar andaluz. La comunidad genera 8 millones de toneladas de residuos vegetales al año y el olivar y las frutas y hortalizas son los cultivos que más biomasa aprovechable producen.
Sánchez Haro ha asegurado que la bioeconomía en Andalucía ya es un hecho, pero que hay que seguir avanzando para conseguir que esta sea el futuro de las zonas rurales.
Los principales usos de estos subproductos de olivar son la generación de energía eléctrica y térmica, llamada bioenergía, y como materia orgánica para el suelo y compostaje. También se incluye en otros procesos industriales como la alimentación animal y los fertilizantes, además de estar presente cada día en más industrias.
El consejero ha insistido en que el sector está trabajando en más alternativas como nuevos bioproductos: cosméticos, plásticos, lubricantes y productos que combinan propiedades nutricionales y farmacéuticas.