La Junta de Extremadura ya trabaja en el diseño del que será el nuevo Plan Forestal de Extremadura. El mismo que, una vez aprobado, servirá para sustituir al último existente, el de 2003, que fue revisado en 2010 para introducir algunas mejoras.
Dentro de la estrategia fijada a nivel nacional, el plan extremeño servirá para intentar reducir a la mínima expresión los incendios de grandes masas forestales. Del mismo modo, estas nuevas políticas permitirán una potenciación de proyectos de biomasa, pues existen localidades como Moraleja, Herrera del Duque o Caminomorisco que próximamente podrán contar con plantas de estas características.
Sin duda, una vez se lleve a cabo su aprobación, el nuevo marco permitirá activar recursos socioeconómicos en zonas rurales amenazadas en muchas ocasiones por el fantasma de la despoblación, a la vez que incidirá en la preservación del medio natural.