Los datos que llegan desde la Organización Marítima Internacional (OMI) sobre las emisiones que genera el transporte marítimo mundial aseguran que cerca del 2,5% del total de gases que producen el efecto invernadero son producidos por este tipo de transporte. Unas 1000 millones de toneladas de CO2 al año tienen la culpa de este porcentaje, que se prevé aumente entre un 50% y un 250% para el año 2050.
Otros medios de transporte, en comparativa, suponen una influencia mucho menor con respecto al medio ambiente, y es cierto que apenas se imparte conciencia en el transporte marítimo y aéreo en comparación con el fomento que se intenta dar a los medios terrestre de transporte.
Viendo el ritmo que lleva el aumento de temperaturas en nuestro planeta se ve complicado mantener la cifra de 2º Centígrados que se acordó internacionalmente como aumento máximo de la temperatura mundial. Por eso es necesario abordar este problema de emisiones en el transporte marítimo, que podría reducirse en un 75% aplicando medidas operativas coherentes y tecnología existente.
El primer barco propulsado por renovables dio la vuelta al mundo en el año 2012, con el proyecto Planet Solar. Podía navegar hasta 3 días sin recibir un solo rayo de sol y su velocidad constante de 8 nudos se consideró una hazaña impresionante.