El cierre programado y gradual de las centrales nucleares, fijado para el año 2035 como fecha tope, obliga a las administraciones a buscar alternativas. En este sentido, la energía solar parece ganar terreno en España. Así se desprende de los datos de 2019 hechos públicos por la Unión Española Fotovoltaica, desde donde se indica que nuestro país fue el sexto del mundo en lo que a capacidad instalada se refiere y líder a nivel europeo.
Como fuente de energía limpia e ilimitada, la fotovoltaica es una energía respetuosa con el medio ambiente, además de ser una fuente económica y asumible.
Del mismo modo, la instalación de plantas fotovoltaicas, como las que tenemos en funcionamiento en Grupo Laura Otero en diversos puntos de nuestra geografía, contribuye al desarrollo sostenible y reduce el uso de combustibles fósiles. Todo ello con un mínimo mantenimiento, lo que permite ahorrar costes.