En la lucha constante por la eficiencia energética hacen falta políticas que sienten las bases y sean el punto de partida antes de iniciar el recorrido. En este sentido, la Junta de Extremadura se ha propuesto reducir un 32 por ciento el consumo energético en sus edificios públicos con meta en el año 2030. Así se puso de manifiesto en la Cumbre Climática celebrada recientemente en Madrid.
Concretamente, según informa la Administración regional, el ahorro energético se llevará a cabo debido a la mejora de las envolventes, la climatización, la instalación de iluminación led y la optimización de todo tipo de sistemas.
Se calcula que este ahorro pueda superar los 15 millones de euros cada año, que se quedarán en las arcas regionales. A ello se suma la preservación del medio ambiente debido a la reducción de emisiones contaminantes.